Para terminar el ya brumoso 2020, nos llegaba una noticia amargamente inesperada: el 31 de octubre de ese año, el rapero conocido como MF DOOM había muerto. Su familia y equipo esperaron dos meses completos para revelar su muerte al público. El misterio que había envuelto la carrera de Daniele Dumile, su nombre de pila, también envolvía su fallecimiento, sin ningún detalle revelado a la prensa ni al público, continuando así con una actitud extremadamente reservada que solía caracterizar a este artista. DOOM fue un recluso y nunca esperó vender millones de discos, no porque su música fuese extraña e inaccesible, pues al contrario, su talento lo llevó a participar junto a artistas tan conocidos como Gorillaz o Thom Yorke, y sin duda posee una de las mejores producciones de inicios del milenio. Pero desde el principio de su carrera, su experiencia con la industria discográfica fue amarga, por decir menos, lo que lo llevó a asumir una posición evasiva y huraña frente a los medios y al gran público. Esto no sería una desventaja para su popularidad, sino todo lo contrario: le daría una marca característica de misterio que lo acompañaría hasta el final de sus días, siempre con la intención de desafiar la definición de artista y la forma en que su trabajo se comercializa. Por ello, fue todo un antihéroe del hip hop y de la música.
Nacido en 1971 en Londres por casualidad, cuando su madre visitaba a su familia, Daniel creció en Nueva York desarrollando un gusto por la música rap, los cómics y la actividad cultural alrededor del hip hop. En 1988, utilizando el nombre Zev Love X, crea la agrupación KMD (Kausing Much Damage) junto con su hermano menor, Dingilizwe Dumile, conocido como DJ Subroc, acompañados por Onyx the Birthstone Kid. Este grupo es reconocido como parte de la era dorada del hip hop en los noventa, al lado de artistas como Wu Tang Clan, A Tribe Called Quest y De La Soul, actos que llevaron el género a nuevos niveles creativos. KMD adquiere popularidad con sus presentaciones, logran un contrato con Elektra y lanzan un álbum que recibe muy buenos comentarios tanto de la prensa como de la audiencia en general. La tragedia aparecerá en su vida por primera pero no por última vez cuando pierde a su hermano en un accidente de tráfico, en abril de 1993. Inmediatamente, el grupo será despedido por la disquera antes del lanzamiento de su segundo disco, que no vería la luz hasta casi una década después.
Dumile junto a su hermano Dingilizwe y Rodan, AKA Onyx the Birthstone Kid |
Daniel viviría durante los próximos años en la pobreza cercana a la indigencia, deprimido por la pérdida de su hermano y el descarrilamiento de su carrera artística. En sus propias palabras, pasó ese tiempo recuperándose de las heridas que la industria le había causado, mientras preparaba su revancha. Con esto, se refiere al personaje que empieza a desarrollar en esa época, paralelo a su incursión en los circuitos de improvisación underground del hip hop en Atlanta. Inspirado por el villano de Marvel Comics, Doctor Doom, quien cubre su malformado rostro con una máscara de metal, Dumile utiliza el seudónimo MF DOOM y lleva una máscara similar en sus presentaciones en vivo, generando bastante expectativa entre el público.
Pero no solo es su misteriosa presencia lo que llama la atención, pues aparte de tener un estilo totalmente particular para rimar e improvisar, acompaña su acto con una elevada producción musical y sonora, llegando a utilizar sonidos de caricaturas de los años 60, donde el personaje del Doctor Doom es recurrente. Eventualmente, Dumile conseguirá una de las máscaras de la película Gladiador, la cual se convertiría en su marca registrada. Esta personalidad de “Supervillano” encaja perfectamente con la estética gangsta del hip hop y su popularidad crece exponencialmente. Durante años se especularía quién era el artista detrás de la máscara, que en sus letras le declaraba la guerra a la industria discográfica del hip hop, acompañado de inteligentes versos sobre su estilo de vida y una extraña obsesión por la comida, mientras cimentaba su identidad como un verdadero supervillano con poderes claramente revelados en su talento. Dumile confirmaría años después que en muchas ocasiones había utilizado a otros raperos en su lugar bajo la máscara, enfatizando ese desdén por la fama y el reconocimiento, por un lado, pero también como parte de su posición frente al status quo del mercado. Esto para él era una extensión natural del personaje, y aunque resultaba molesto para su audiencia, muchos lo aplaudían y entendían que era parte de su propuesta.
Para 1999 lanzaba su primer álbum, Operation: Doomsday, como MF DOOM (enfatizando en sus letras que se debe escribir “todo en mayúsculas”) recibiendo gran acogida del público underground y la prensa, y llamando la atención de un mercado que le había despreciado inicialmente. Durante la primera década del milenio, Dumile lanzaría algunos de los trabajos definitivos de la escena hip hop anglo, incluyendo su título más aclamado en 2004 Madvillany junto al productor Madlib bajo el seudónimo Madvillain, seguido por otra extensa lista de proyectos con diversos productores y artistas. Sus colaboraciones con otros actos como Flying Lotus para el canal de televisión Adult Swim son bastante populares. DOOM eventualmente se distanciaría nuevamente de la industria para enfocarse en su trabajo como productor y en su familia, mientras revelaba paulatinamente al público en los medios y en redes sociales algunos detalles de su vida personal, apareciendo sin máscara en varias ocasiones y trabajando con artistas mucho más comerciales, sin dejar de participar como invitado constantemente en otros proyectos.
Su muerte resulta tan impactante como su vida y su obra, agregando otra capa adicional de misterio con el hecho de que se esperara dos meses enteros antes de revelar su fallecimiento (muy adecuadamente un 31 de octubre) con apenas 49 años y habiendo cambiado la escena musical para siempre. Dumile está a la altura de artistas como David Bowie, Tupac, Jimi Hendrix y todos aquellos que se han atrevido a desafiar la convención establecida para dejar su obra como un faro más elevado que aquellos que les precedieron. La tragedia pareció no abandonarlo: en 2010, siendo ciudadano británico, el ingreso a los Estados Unidos le fue negado luego de una gira fuera del país (nunca se nacionalizó en los EEUU) y tuvo que esperar dos años para que su esposa y tres hijos fueran a vivir con él definitivamente al Reino Unido, cortando por completo sus relaciones con América. En 2017 anunció de forma emotiva en un post de Instagram, sin dar mayores detalles al respecto, que su hijo de 14 años, King Malachi Ezekiel Dumile, había fallecido. A pesar de estas adversidades, su fuerza creativa fue inagotable y se hace evidente simplemente al revisar el proceso de formación de sus personajes. Aparte de MF DOOM (donde la M y la F son iniciales para Metal Face cuando canta o para Metal Fingers en el caso de sus lanzamientos como DJ), desarrolló luego a Viktor Vaughn, el hombre detrás de la máscara de metal, profundizando así en el paralelo con el personaje de los comics y su perspectiva artística, entre otros tantos alias como King Gedorah, . Los nombres que combinaba en sus colaboraciones resultan también ingeniosos: cuando trabajó con el productor Danger Mouse lanzaron su disco colaborativo como Danger Doom, o JJ DOOM cuando lo hizo con Jneiro Jarel, otro respetado rapero, entre muchísimos otros.
Lo bueno de la muerte de un artista tan talentoso es que su reconocimiento crecerá gracias al conocido e irónico efecto viral de las redes sociales y de los grandes medios de nuestra actualidad, tal como lo merece, pero respetando finalmente esa privacidad que tanto valoró en vida. El aumento en la venta, descarga y reproducción de su música en las diferentes plataformas es prueba de ello. La invitación a escucharlo y a leerlo está más que a la orden, con todas las posibilidades de encontrar sus letras en línea y traducirlas si el mensaje de su música le interesa como oyente. Su variedad en estilos sigue resultando impresionante y relevante, y muy seguramente durante las próximas décadas seguirá siendo apreciado e influyente.
Tal vez el mejor superpoder de DOOM fue tomar toda la tragedia que lo rodeó
y convertirla en parte de su fuerza creativa para arremeter de vuelta con mucha
más intensidad. Necesitamos más villanos con ese tipo de poderes al servicio de
nuestros necios oídos.
Es muy grato leerlo Señor Galeano, la verdad es un conmovedor recorrido a través de la vida y obra del artista y del hombre. Espero seguir viendo su material.
ResponderBorrarSi no posteo esta semana, me puede echar la madre oficialmente. Gracias por leer :)
BorrarInteresante artículo, sobretodo porque es un ejemplo puro de resiliencia.
ResponderBorrarEs cierto, la capacidad de sobreponerse a un evento tan dramático como la muerte del hermano/compañero de banda fue admirable, y fuera de eso inspirarse para regresar con más fuerza a la escena con semejante estilo. RIP DOOM ♥
BorrarQue buen artículo. Tomar la desgracia y transformarla en fuerza creativa, tremenda inspiración!
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